10 Motivos por los que tu Visión Estratégica Fracasa al Entregarte Resultados

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Todos hemos escuchado sobre el poder de crear una Visión y lanzarte tras ella, tal como lo expresa Zig Ziglar de manera simple y sencilla: “Si no le apuntas a nada en absoluto, le darás al blanco cada vez”. Hace algunos años, cuando se estrenó la película “El Secreto,” mi familia y yo estabamos muy intrigados con la idea de la ley de la atracción y cómo esta refuerza la noción de que con tan solo pensar en un desenlace y ponderar en el pensamiento como si ya hubiese ocurrido en realidad, incrementa las probabilidades de atraer ese resultado hacia nosotros.

Existen diversas empresas cuyos líderes, o bien, no creen en el poder de una Visión, o no tienen idea de cómo en realidad aplicar esta metodología para ventaja suya.

Obviamente lo anterior abre de par en par la puerta más obvia de oportunidad para todos aquellos que sí creemos firmemente a esta idea y la hemos aplicado con éxito este principio para generar resultados extraordinarios.  Sin embargo, es igualmente importante señalar que incluso líderes que sí creen en el poder de una Visión o personas que creen en la ley de la atracción fracasan a la hora de producir esa clase de resultados que sueñan obtener. No sugiero con esto que contar y seguir una Visión sea un esfuerzo en vano, lo que afirmo es que existen diversas razones por las cuales muchas fracasan. Aquí debajo menciono las 10 causas más comunes:

  1. Cimentamos nuestra Visión sobre barreras y creencias limitantes.
    Es importante que identifiquemos y resolvamos primero la cuestión de pensamientos y creencias que evitan que persigas y logres tu Visión. De lo contrario, intentarás ignorarlos barriéndolos debajo del tapete pero continuarán activos, saboteandote a lo largo del camino. Colocar tu Visión sobre incredulidad enraizada es como colocar una capa de hielo encima de un charco de lodo.

  2. Desearíamos contar con un mejor punto de partida.
    Incluso cuando tenemos claro hacia donde nos dirigimos, a menudo nos desanimamos y sentimos atascados debido a que desearíamos contar con condiciones más favorables antes de lanzarnos detrás de nuestra Visión.  La clave no radica en tener una perfecta salida sino en partir desde ese punto en el que ahora estás ubicado.

  3. No nos entusiasmamos con ese sentimiento de satisfacción de haber llegado a la meta fijada por nuestra Visión.
    Cuando la Visión únicamente trata de resultados numéricos y no nos damos el tiempo de hacerla nuestra, de personalizarla, lo que ocurre es que padeceremos de una fijación por hacer cosas con tal de, algún día, poseer alguna cosa. Aquí lo que falta es que tanto el resultado final así como el proceso nos motiven e inspiren en función de todo lo que nos brindarán en términos de sentimientos y actitudes.

  4. No compartimos con todos los demás nuestra Visión.
    El poder de una visión se multiplica exponencialmente cuando se comparte. Esa declaración de nuestra visión es la llave para detonar diálogos y conversaciones que perpetúan el entusiasmo y la rendición de cuentas.

  5. No regresamos suficientemente a menudo a visitar nuestra Visión.
    Prolongar tus visitas y hacerlas frecuentes o incluso colocar frente a ti esa declaración de Visión ayuda a renovar nuestra mentalidad así como a contrarrestar cualquier objeción producto de nuestro diálogo interno sobre obstáculos, nuestros temores y preocupaciones.

  6. Elaboramos nuestra Visión con base en lo que no deseamos en lugar de aquello que deseamos.
    Una Visión enraizada en cambiar o arreglar algo es insípida y no motiva ni remotamente como otra elaborada a partir de un resultado final que todos anhelamos y que consideramos posible si partimos de cero y redactamos una nueva declaración de Visión exacta y justo a la altura.

  7. Nos aferramos a patrones de pensamiento o comportamientos obsoletos toda vez que no encajan con nuestra nueva Visión y Senda.
    A menudo, nuestra respuesta automática y proceso de pensamiento continuará activo a menos que intervengamos y elijamos conscientemente modificarlo. Cuando declaramos una nueva Visión, corresponde al líder y otros a cargo el examinar y ajustar paradigmas y metodologías que resulten obsoletos o que no contribuyan a que la Visión se vuelva realidad.  

  8. No declaramos una razón o justificación suficientemente motivadora como para vencer nuestra tendencia a mantener lo establecido y a esa resistencia a actuar con audacia.
    Si la Visión no brinda una promesa de un futuro que nos motive a participar, involucrarnos y a emprender la acción, careceremos de esa crítica inclinación necesaria para realizar la inversión emocional requerida, o bien, a asumir ciertos riesgos sociales con tal de producir el resultado buscado.

  9. Intentamos graficar la Senda a detalle en vez de actuar con base en lo que tenemos y observar como es que nuestro Plan va cobrando vida.
    Una fuerza común que dificulta el convocar a todos los miembros del equipo alrededor de una Visión común es que ignoramos cómo es que llegaremos ahí. En nuestro intento por satisfacer las inquietudes de todos en cuanto a cómo, nos olvidamos de actuar con base en lo que desde ya sabemos.

  10. Intentamos inventar un modo de conseguir nuevos comportamientos en lugar de comenzar por comportarnos nosotros mismos de manera ejemplar hasta que, como consecuencia, amanezca en nuestra mente esa imágen de cómo luce un lugar así donde todos nos comportemos de una manera mejor, nueva.
    Resulta sencillo excusarnos a no participar, a no intentar, a que nuestra Visión no sea demasiado ambiciosa. La mayor parte del tiempo eso es justo lo que nuestro diálogo interno intenta conseguir. Cuando emprendes la acción en busca del resultado deseado aún mientras tu diálogo interno te sugiera lo contrario, descubrirás un poder que permite alterar y mejorar la calidad del diálogo interno.

Te exhorto a que examines tus esfuerzos de Visión y que los compares contra estas características antes descritas de modo que puedas realizar cambios de ruta que consideres necesarios para maximizar ese inherente poder de elaborar y declarar una Visión que sirva de guía para ti y para todos los demás en tu organización.

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This article was translated from the original English by the excellent Rafael Pliego Samaniego of Traduccion Perfecta En La Que Puede Confiar, a company that specializes in translating live for demanding speakers, during summit events, guided tours around manufacturing plants, and webcasts. They have provided exceptional service to us here at The Ghannad Group and come highly recommended for all your Spanish/English business translation needs. You can learn more at speedytranslation.com.mx.

Sobre el Autor
Amir Ghannad es un orador principal internacional, autor de El Líder Transformador, consultor de liderazgo, catalizador de transformación de cultura y fundador de The Ghannad Group. Ha hecho el trabajo de su vida guiar a los líderes y equiparlos con las herramientas, habilidades y la mentalidad necesarias para crear culturas extraordinarias en el lugar de trabajo que brinden resultados innovadores. (Esta parte es una traducción automática, así que perdone los errores encontrados aquí).

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